Descubre cómo y por qué fortalecer la ciberresiliencia de tu organización para garantizar su continuidad ante ciberataques.
¿Qué es la ciberresiliencia?
La ciberresiliencia es un concepto clave para cualquier compañía que no solo busque proteger sus sistemas, sino asegurar su continuidad frente a ciberataques cada vez más frecuentes, como los ataques de Ransomware, en último caso creando estrategias de recuperación a estado cero.
A diferencia del enfoque tradicional de la ciberseguridad, centrado en evitar ataques, la ciberresiliencia se enfoca en resistir, responder y recuperar los sistemas cuando ocurre un incidente.
Por tanto, la ciberresiliencia se ha convertido en una estrategia que garantiza la continuidad de negocio, aspecto fundamental para, entre otras cuestiones, la estabilidad y reputación de las empresas. Aquí, los CISOs tienen un rol esencial, liderando iniciativas que abarcan desde la alerta temprana hasta el punto final de la protección de los backups hasta la capacitación de todo el equipo en prácticas seguras.
¿Por qué la ciberresiliencia es imprescindible en las grandes organizaciones?
Las grandes empresas (y organismos públicos) suelen ser el objetivo prioritario de los ciberatacantes, por el simple hecho de que manejan enormes cantidades de datos sensibles. Los delincuentes saben que el primer paso para frustrar una recuperación efectiva es comprometer las copias de seguridad, que suelen ser el último recurso cuando un sistema ha sido encriptado.
Por eso, los sistemas de respaldo y backup deben estar “blindados” con medidas adicionales, y aquí el concepto de integridad de sistemas se vuelve fundamental. A través de este enfoque, los CISOs pueden reducir drásticamente las vulnerabilidades que afectan a estos sistemas críticos, y asegurarse de que estén protegidos contra accesos no autorizados. En ese ecosistema conceptual nos vamos a encontrar la inmutabilidad, y WORM (Write Once, Read Many).
Principales amenazas para la ciberresiliencia
Principalmente, podemos distinguir entre:
- Amenazas internas: Los empleados, ya sea por error o por malas intenciones, pueden poner en riesgo datos y sistemas críticos. Los controles de acceso con la correcta gestión de identidades y la concienciación del personal son esenciales para mitigar esta amenaza, pero no son las únicas que tenemos que tener en el pool de la estrategia, ya que un acceso legítimo puede ocasionar un desastre tan enorme como uno malicioso.
- Ataques de ransomware y amenazas persistentes avanzadas (APTs): Estos ataques buscan encriptar sistemas y backups para impedir que la empresa pueda restaurar sus datos de manera rápida. Tener un sistema de restauración, eficiente y seguro se convierte en la forma más rápida de neutralizar el daño de un ataque, sin tener que recurrir a rescates. Pero los ciberdelincuentes lo saben, y por eso su primer objetivo suele ser atacar los sistemas de backup. Proteger estos sistemas mediante hardening y con soluciones de inmutabilidad de datos (copias que no se puedan modificar ni borrar) puede ser la clave para evitar perder información crítica.
¿Cómo conseguir un marco de ciberresiliencia sólido?
Para conseguir una estrategia de ciberseguridad férrea se debe poner en marcha un plan de ciberseguridad a medida de las necesidades de cada organización, no obstante, estas son algunas de las acciones que no pueden dejarse a un lado:
- Monitorización constante y análisis de anomalías en backups: Los backups suelen ejecutarse a diario, lo que permite establecer patrones para detectar cualquier comportamiento anómalo, como accesos o manipulaciones sospechosas en las copias de seguridad. Este monitoreo también permite verificar que los datos estén limpios antes de hacer cada copia, evitando contaminar los backups con información comprometida.
- Endurecimiento de los sistemas de backup e inmutabilidad del dato: Para que los backups estén seguros, es necesario implementar estrategias de hardening, lo que implica aplicar configuraciones estrictas de acceso, usar autenticación multifactor y segmentar la red para reducir al mínimo los puntos de acceso. A esto se suma la inmutabilidad, y/o WORM (Write Once, Read Many), lo cual blinda la información contra manipulaciones no autorizadas.
- Importancia de las pruebas de restauración y simulaciones: No basta con tener copias de seguridad; es necesario asegurarse de que realmente funcionan. Las pruebas de restauración permiten confirmar que los backups están completos y sin compromisos. Los CISOs pueden implementar simulaciones de ataque para probar la efectividad de los protocolos de recuperación, lo cual ayuda a identificar y corregir puntos vulnerables en los sistemas de respaldo.
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Consejos clave para CISOs ante un ciberataque
- No pagues. Aunque pagar el rescate puede parecer una solución rápida, no garantiza la recuperación completa de los datos y solo perpetua este tipo de ataques, por lo que no se recomienda negociar con ellos.
- Invierte en planes de ciberseguridad proactiva. Lo que se debe hacer es prevenir y apostar por estrategias como la ciberseguridad proactiva basada en información de riesgos y la ciberresiliencia, que reducen sustancialmente las probabilidades de ser atacados, a la vez que permiten una recuperación rápida en caso de que ocurra.
- Sigue adaptándote. La adaptabilidad constante será clave para enfrentar amenazas cada vez más complejas, protegiendo no solo la información, sino la continuidad operativa y la reputación del negocio. Sigue formándote a la vez que te rodeas de los mejores partners del sector de la ciberseguridad.
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